El roto corazón de la Reina.
Tú, reina infortunada.
Que amaste y perdiste.
En tu pecho clavas una espada.
Dido, bella dama.
No llores por aquel troyano,
que tu corazón a roto.
El calor del fuego y el frío del acero,
consumen tu cuerpo y acaban con el dolor.
Duerme, duerme, reina infortunada.
No llores por tu herido corazón.
____________________________________________________________________________________
Bueno este es un poema (horrible debo admitir) que escribí después de leer una versión de Dido y Eneas. Me dio tristeza el trágico final de Dido, se que Eneas no tuvo opción pero dejarla sola fue cruel de todos modos, y siendo un mito griego no raro que se suicidara.